Esa vez corrimos juntos, tan juntos que olvidamos ser humanos, olvidamos los prejuicios, nos comimos el pecado, mientras vomitábamos un presente sin desden.
Fue irremediable no pensar en aquel entonces; lo recuerdo como un sueño, lo guardo como una pesadilla inolvidable, como un error justificado, andamos como locos esa noche, sin esfuerzos el tiempo se detuvo, mantuve viva la esperanza, sospechaba entonces de la ausencia, estaba tan sola como tu, perdida en el miedo de tus ojos, tan asustada del futuro, tan miserable junto a ti, en medio de la nada, sin un mundo, sin respuestas, solo contigo, solos tu y yo; derrumbados por la fantasía, víctimas de una realidad descuidada y tan reflejados como dos espejos infinitos.
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