martes

Para saldar la deuda que nunca tuvimos

"Nuestro amor llevó la marca sombría del fracaso en sus zapatos."

Caminando por la ciudad escribimos un largo poema de despedida, hermoso, triste y difícil de terminar; páginas llenas de un dolor que ya no existe, de dos personas frágiles que ya no somos, aunque fui yo quien se perdió cómo echarte de menos.

Qué extraño fue tener entre las manos el manual para enamorarse y todas las excusas imaginables para no hacerlo. Es curioso cómo, después de tanto pelear por ti, el pasado tiene una mirada extraña, como si ya no me reconociera, como si me guardase rencor.

Nunca te prometí que lo haría, pero me hubiera gustado ser tantas cosas más, o haber tenido un cajón de palabras más grande, o menos ilusiones, para que no pudieras decepcionarme tanto, para no hacer tan dolorosa la impaciente quemadura de mis sueños.

Sólo queda confesar, por difícil que resulte, que en el fondo yo también dejaba que me tuvieras, y pedir perdón por haber sido tan yo, pese a que juré que nunca mas lo haría, ahora todo es diferente. Nuestro amor llevó la marca sombría del fracaso en sus zapatos y mientras se aleja, en la lluvia y el tiempo se irán oxidando los días en los que fuimos tan felices.

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