martes

Mi tiempo en futuro perfecto

Cuando vengas, por fin, nos sentaremos a ver cambiar los semáforos y hablaremos de todas las cosas que existen en esta ciudad donde sólo quedan avenidas y edificios. Recorreremos todas las calles rotas, los puentes maltratados, iremos a cazar los sueños destruidos que habitan entre los escombros, reiremos entre el césped, pintaremos las horas en el cielo y escribiremos versos azules que no se vean desde aquí. Cuando vengas, por fin, haremos una playa y la llenaremos de besos y canciones de esas que sólo se te ocurren una vez y caminaremos muy despacio sobre las huellas solitarias mientras vuelven y se encienden los recuerdos del ayer.

2 comentarios:

  1. mas de 24 horas de camino encienden la fogata de mi nostalgia, al marcharme aun con arena en mis bolsillos los recuerdos tan recientes pero tan difusos como si hubiera sido abducido por la felicidad pero escupido de nuevo en este autobus. Los momentos tan efímeros a tu lado se transforman en momentos eternos, aquel futuro en donde nunca me marche es tan absurdo como el futuro en el que tu te hubieras marchado conmigo, solo extrañándonos pudimos hacernos compañía. aquel beso es la única pista que necesito para encontrarte en otra vida, en la que la nostalgia no me asesine en un viaje de retorno de 24 horas.

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