lunes


"Aún recuerdo aquella noche, latiendo entre el frío y el sueño"

Todos reían y se gritaban desde lejos, olvidando hasta sus nombres...
Pero tú, no eras capaz de susurrar siquiera, de arañar algo de valor a tus labios y gritarme tan fuerte, tan fuerte para que entendiera que solo arrastrabas mi decepción silenciosa sobre el asfalto y destrozabas la noche apagando mis ilusiones.
Recuerdo cómo la noche te devoraba...
Todos adoraban el vértigo y el ruido, las luces amarillas en la calle mojada, la música y el crujido de los cristales...
Pero tú en cambio preferiste la lluvia y ahora soy yo la que dobla la esquina y actúa como si nada existiese, como si tú no existieses y cada segundo fuese un poco más de invierno.
Aún recuerdo aquella noche... Mirar el cielo y no pensar, a cualquier precio tratar de no pensar y meterme en la cama deprisa, ignorando el sutil fraude de tu respiración en mi almohada y aquella decepción silenciosa, silenciosa y desalmada, que partía mi corazón sin aviso, mientras la noche perpleja nos devoraba, si... nos devoraba.

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