Llueve, pero no es solo agua de lluvia lo que resbala por mi cuerpo
es el universo que derrama su fina ironía mojando me el cabello
siempre tan sutil, tan ambiguo, que llego a dudar de sus intenciones...
aunque se que de nada sirve intentar salir cada noche
sin plantar los pies en el suelo
esquivando los charcos en los que se refleja mi propia mediocridad
ni impregnarme con el fulgor del inminente alba
pues nubes negras siempre empañan mis ojos
y sin buscar la luna en el horizonte
pues no es mas que un eco ahogado por el cemento de los edificios
me cruzo con la misma gente gris de mirada vacía...
incapaz de verme, tan incapaz como soy yo de verlos a ellos
caminamos con paso decidido hacia nuestros destinos
como si se tratase de un paredón escogido
y me pregunto que es lo que me diferencia de ellos...
que es lo que me hace especial entre la multitud
acaso corro en dirección opuesta tal y como me gusta pensar?
no intento cada día encontrar en su mundo mi lugar?
un silencio como respuesta...
es lo único que obtengo, mientras continua lloviendo
y el cielo infinito sigue haciendo uso de su inmensidad...
en la que yo, cada ves mas...
me siento un poco perdida y mucho mas pequeña.
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